A fin de conmemorar la creación de la Organización de las Naciones Unidas, así como los logros que ha obtenido, se realizó en el Palacio Legislativo de San Lázaro el Conversatorio: 80 Años de la Carta de la ONU. Reflexiones sobre el Multilateralismo.
El Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, diputado Pedro Vázquez González subrayó que México, como miembro fundador de las Naciones Unidas y fiel a su tradición diplomática, seguirá defendiendo el humanismo, la cooperación, el desarme, el diálogo y la paz, por lo que a 80 años de la Carta de Naciones Unidas, debemos recordar sus causas y aquello que prometemos no repetir.
El subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Javier Ochoa Martínez, expresó que México ha sido, a lo largo de estas ocho décadas, un actor comprometido con los propósitos y los principios de la Carta de las Naciones Unidas, pues desde 1945 la acción multilateral se ha mantenido firme en favor de la paz y la seguridad, los derechos humanos y el desarrollo sostenible.
Peter Grohmann, coordinador residente de las Naciones Unidas en México, sostuvo que desde hace 80 años la ONU ha sido puente de encuentro para los pueblos del mundo, un foro donde las diferencias pueden transformarse en diálogo y la cooperación demuestra su fuerza más duradera:
La capacidad humana de trabajar juntas y juntos por la paz, los derechos humanos y el desarrollo sostenible.

Desarrollo inclusivo y seguridad alimentaria: Garantizar derechos y reducir desigualdades
La diputada Leticia Barrera Maldonado (PRI) mencionó que a ocho décadas el espíritu de esta Carta sigue vigente ante los retos que enfrenta la humanidad, como el cambio climático, la inseguridad alimentaria, las desigualdades persistentes y las crisis humanitarias que desafían a nuestras instituciones ya nuestra sociedad.
Para el diputado Fidel Daniel Chimal García (PAN) el tema de la inseguridad va directamente ligado al problema en el campo y zonas productivas de nuestro país, lo que afecta de manera global.
La dignidad de la persona humana es el eje central de las políticas públicas y de la acción legislativa en nuestro país, acotó.
Alanna Armitage, representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en México, comentó que no se pueden diseñar políticas alimentarias eficaces si no entendemos para quién las estamos diseñando, así como las dinámicas de población, quién nace, quién migra, qué edad tiene, ya que son el motor invisible que define el futuro de la agricultura y el consumo.
Advirtió que México está en un punto de inflexión demográfico, con una sociedad que envejece rápidamente, mientras aún debemos cosechar el potencial de los 31 millones de jóvenes.
En tanto, Mauricio Hernández Fernández, investigador del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo con Equidad de la Universidad Iberoamericana, dijo que la sensatez, al momento de diseñar e implementar políticas públicas, debe venir informada por la evidencia científica.
Aseguró que las transformaciones importantes del sistema alimentario vienen desde 2011 con el reconocimiento del derecho constitucional a la alimentación. Las agencias de Naciones Unidas, como la FAO y OPS, estuvieron acompañando todos esos procesos.
José Moya, representante de OPS/OMS, afirmó que a 80 años de la ONU hay frutos importantes en el mundo en términos de la salud pública, ya que los países han reducido considerablemente la mortalidad y la desnutrición infantil.

Tecnologías limpias
Ramón Padilla Pérez, representante de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe, destacó que la energía limpia debe ser un motor para impulsar transformaciones estructurales en México, orientada en sistemas productivos y tecnológicos.
Propuso impulsar proyectos de energía renovable mediante la colaboración entre academia, industria y gobierno, reorientar la movilidad y descarbonizar la industria.
La representante de Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Andrea Larios Vázquez, subrayó la necesidad de la educación financiera para que las personas puedan acceder a créditos y aprovechar los beneficios de tecnologías limpias sin caer en deudas impagables.
Desde el PNUD, dijo, se trabaja en fortalecer las capacidades y actuar como puente entre el sector público, banca, academia y comunidades.
El director de IDEACD Comunidad y Ambiente, Víctor Ramírez, explicó que, aunque existen ejemplos exitosos en materia energética, es importante reconocer los errores del pasado y aprovechar los cambios que introduce la nueva Ley del Sector Eléctrico, la cual sustituye la “evaluación de impacto social” por una manifestación de impacto social como instrumento completo que permite anticipar efectos y establecer mecanismos de beneficio directo para las comunidades.

