Ellen Gilland, una adulta mayor de 76 años, asesinó de un disparo a su marido, que se encontraba internado en el hospital de Daytona Beach, en Florida, en estado terminal.
Según declaró la mujer, tanto ella como su esposo habían pactado el asesinato, pues él se encontraba en estado terminal y no le otorgaban la eutanasia.
El ruido del disparo alertó las alarmas del nosocomio y pronto se presentó una patrulla. No hubo más heridos ni víctimas en el hecho.
Los policías calmaron a la mujer, que estuvo durante unas cuatro horas atrincherada hasta que finalmente fue detenida.
Fue esposada y sacada del hospital en una silla de ruedas. Después, fue trasladada a la comisaría.
Confesó que su marido y ella llevaban bastante tiempo planeando el crimen. Y que él tenía la intención de suicidarse, porque no estaba dispuesto a seguir con su vida rodeado de cuidados médicos y sin solución.
Empero, acordó que Ellen terminara con su vida. Ahora, ella enfrenta varios cargos penales, entre los que se encuentra el de asesinato premeditado en primer grado.
