Tanto las autoridades mexicanas como las norteamericanas hablan de un anestésico contaminado, como el origen del brote de meningitis en dos clínicas privadas en Matamoros, Tamaulipas, dedicadas a realizar cirugías estéticas, que fueron clausuradas desde el 14 de mayo.
La Secretaría de Salud confirmó 23 contagios, 9 de ciudadanos procedentes de Texas, Estados Unidos, entre los que ya hay al menos un fallecido por la enfermedad, y 14 mexicanos confirmados por la presencia del hongo Fusarium solani (extenso género de microhongos filamentosos ampliamente distribuido en el suelo y en asociación con plantas).
El caso guarda similitudes con el brote de Durango
Que comenzó en octubre del 2022 y, a la fecha, se ha cobrado ya 39 víctimas, 38 mujeres y un hombre. En ese caso, un anestésico local llamado bupivacaína e infectado por el mismo hongo, fue el causante de la enfermedad.
El medicamento se utilizaba principalmente en cesáreas y otras operaciones, lo que explica que la inmensa mayoría de afectadas fueran jóvenes mujeres.
En Tamaulipas, aún no se ha señalado el nombre del fármaco infectado
Aunque las autoridades han señalado que los contagios se han producido en pacientes que se sometieron a “bloqueo neuroaxial por procedimientos quirúrgicos”, igual que en Durango.
Se trata de identificar a las personas que estuvieron expuestas al anestésico en las dos clínicas implicadas, River Side Surgical Center y K-3, que están siendo investigadas.
Estiman que 547 personas se sometieron a cirugías en los dos nosocomios entre el 1 de enero y el 13 de mayo.
La Comisión Federal Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) se encuentra ya investigando los medicamentos que presuntamente provocaron el brote, así como las dos clínicas implicadas.
Foto: Sasin Tipchai en Pixabay
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