marzo 29, 2024

El día que conocí a Leo Dan y me confió un secreto

El día que conocí a Leo Dan y me confió un secreto

Bolivar Hernandez*
Leopoldo Dante, mejor conocido en el mundo de la farándula como Leo Dan, es un cantante argentino que triunfó en México en los años 70.
Casi todas sus canciones son de su autoría, y la mayoría de ellas tienen nombre de mujer: Celia, Fanny, Estelita, Mary; y otras son: Cómo te extraño mi amor, Qué tiene la niña, Por un caminito y Te he prometido.
Yo supe de Leo Dan en los años 60
Cuando estudiaba para maestro en la Escuela Normal Rural Pedro Molina, en La Alameda, un sitio cercano a la ciudad de Chimaltenango, en Guatemala. Mis inquietudes por la locución y la radio, me hicieron que tuviera una pequeña emisora de radio en esa escuela normal, y difundiera, principalmente, la música de famosos cantantes mexicanos, como Los Hermanos Carrión y su Magia Blanca, pero también presentaba la música de argentinos como Leo Dan y Palito Ortega.
Tras terminar la carrera como maestro rural, me fui a México a estudiar la universidad, a finales del año de 1964. Y Leo Dan triunfaba en el país.
Corría el año de 1988
A finales de ese año, en diciembre, tuve que ir a Hermosillo, Sonora, a visitar a mi hija mayor, Gabriela, quien residía en aquellos lares y cumplía 15 años.
En diciembre es temporada alta para viajar a donde sea. Es difícil conseguir un asiento en el avión cuando uno decide viajar a última hora.
Entonces, hice algo indebido para poder viajar a Sonora a celebrar el cumpleaños de mi hija Gabriela, fui al mostrador de Mexicana de Aviación y exigí un asiento en ese vuelo, por mi condición de funcionario público federal de altos vuelos.
¡Valga la ironía!, y me fue concedido el reclamo. Tuvieron que bajar a un pasajero y le ofrecieron dinero extra por ceder voluntariamente su lugar.
Me asignaron un asiento en la sección ejecutiva, que es la sección preferente para pasajeros VIP, y al lado mío, en el asiento de la ventanilla, estaba un señor mayor, con marcado sobrepeso y una calva total.
Empezamos a conversar y noté de inmediato su acento argentino, y me dijo soy argentino y soy Leo Dan, el cantante.
Me desconcertó saber quién era mi compañero de viaje, lo recordaba un poco fornido, grueso, y con una melena negra y gran copete como el de Elvis Presley.
El viaje a Sonora dura casi tres horas, según recuerdo, y hubo tiempo de hablar y hablar con Leo Dan, el me contó que iba a actuar en Hermosillo y en otras ciudades norteñas.

 

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Leo Dan me confió un secreto
Su miedo a volar, y por ello bebía suficiente alcohol durante el viaje, y en esa sección ejecutiva eso era un privilegio por el tipo de bebidas que ofrecían a los pasajeros VIP.
Leo Dan bebió bastante whisky con refresco de cola, y comió completo el menú. En esa época, en los aviones se bebía y se comía muy bien. Ahora no ofrecen ni un vaso con agua pura.
Llegamos a Hermosillo y ya había en el aeropuerto una multitud esperando para recibir al gran Leo Dan, y yo me despedí de él con un abrazo afectuoso.
Nunca más supe de Leo Dan, hasta que un día leí que volvió a la Argentina para postularse en un cargo público de alcalde o algo así. Perdió esa elección popular, y siguió en la música.
Leo Dan nació en 1942, tendrá 80 años ahora, y se ha especulado mucho sobre su muerte, pero él ha desmentido esa noticia falsa.
Volver a la Ciudad de México en pleno diciembre fue otra odisea, y de nuevo hice gala de influencias del funcionario público federal que era, y bajaron a otro pasajero y le ofrecieron dinero por ceder voluntariamente su asiento. De esto me arrepiento absolutamente hasta la fecha, ¡Yo no soy así!
*La vaca filósofa.
Foto: Instagram leodanoficial

About The Author

Soy binacional México-guatemalteco, 77 años. Antropólogo, psicoanalista, periodista, ecólogo, ciclista, poeta y fotógrafo.

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