septiembre 10, 2024

El urgente llamado a la paz del Papa Francisco: “Hermanos, ¡Paren! ¡Paren!

El urgente llamado a la paz del Papa Francisco: “Hermanos, ¡Paren! ¡Paren!

Elisabeth Hellenbroich, desde Wiesbaden*El día 22 de octubre, el Papa Francisco hizo un dramático llamado en la Plaza de San Pedro, en referencia al conflicto Israel-Palestina: “Una vez más mis pensamientos se vuelven a lo que está aconteciendo en Israel y en Palestina. Pienso en la grave situación de Gaza y lamento que el hospital anglicano y la parroquia greco-ortodoxa también han sido atacados en los últimos días. La guerra, cualquier guerra que haya en el mundo -pienso también en la atormentada Ucrania- es una derrota. La guerra siempre es una derrota; es la destrucción de la fraternidad humana. Hermanos ¡Paren! ¡Paren!”Mirando el mundo con los ojos de la universalidad cristiana, el Pontífice ha apelado incansablemente a los líderes mundiales para que abran sus corazones y sus mentes a la realidad cruel de las guerras devastadoras y al sufrimiento que tantos pueblos tienen que enfrentar. Hace días llamó al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para instarlo a hacer diplomáticamente todo lo que estuviera a su alcance para traer la paz.Su actividad en pro de la paz la justicia es constante

En septiembre fue a Mongolia, donde visitó la pequeña comunidad de 1.500 católicos, para llevarles el mensaje de esperanza y de paz. En el emocionante encuentro con la cúpula del gobierno mongol y representantes del cuerpo diplomático, afirmó:

Hace 777 años, entre agosto y septiembre de 1246, Fray Giovanni di Pian del Carpine, un enviado del Papa Inocencio IV, entregó al Gran Jan una carta oficial del Papa, que fue traducida a varios idiomas. Este documento, dijo, estaba en los Archivos del Vaticano, y le entregó una copia al primer ministro Luysannamsrain Oyun-Erdene.

Un tono optimista semejante se pudo testimoniar durante la visita a Marsella, al Sur de Francia (21-22 de septiembre), donde se encontró con el presidente Emmanuel Macron. En la ciudad, “con una gran tradición multiétnica y multicultural con más de 60 consulados en su territorio,” los intercambios ocurridos históricamente entre los pueblos hicieron del Mediterráneo la “cuna de la civilización.” El mar nuestro (mare Nostrum) es un lugar de encuentro: entre las religiones abrahámicas; entre el pensamiento griego, latino y árabe; entre ciencia, filosofía y derecho; y entre muchas otras realidades.”Recordando la Encíclica, “Populorum Progressio” de Paulo VI (1963), habló sobre el esfuerzo “para construir una comunidad mundial más humana, donde el progreso de algunos no ocurra a costa del de otros.”En Marsella, el Papa también abordó la cuestión de la emigración, clamando que no se haga del “mar nuestro” un mar muerto,” sino que se de cobijo a los emigrantes que deben ser protegidos o acompañados, promovidos e integrados. La integración sería un esfuerzo difícil, pero lúcido; en caso contrario, alertó del riesgo de que se provoque la “guetización,” que, a su vez, desencadena hostilidades e intolerancia. Pero Marsella sería también un farol, una gran ciudad universitaria, con cuatro sedes con 35 mil alumnos, entre los cuales casi 5 mil serían extranjeros, donde los jóvenes sean atraídos por el sueño de construir el futuro: “Pacem in Terris” 60 años despuésEn muchos aspectos, la situación presente se asemeja a la enfrentada por la humanidad durante la crisis de los Misiles de Cuba de 1962, donde, gracias al diálogo valiente entre el presidente de Estados Unidos John F. Kennedy y el primer Ministro de la Unión Soviética en plena Guerra fría, Nikita Jrushchov, una horrenda guerra nuclear se pudo evitar en el último minuto. Meses después, en abril de 1963, el Papa Juan XXIII escribió la Encíclica “Pacem in Terris” (Paz en la Tierra), para la época extraordinariamente dirigida a “todos los hombres de buena voluntad,” ya que la cuestión de la paz no puede resolverse sin armonía entre hermanos, o peor aún, si hubiese desconfianza y la hostilidad prevaleciera entre las naciones y los pueblos.Agregase a esta el mensaje enviado por Francisco a la conferencia internacional conmemorativa de la Encíclica, realizada en Roma los días 19 y 20 de septiembre, bajo la presidencia del cardenal ghanés, Peter Turkson, canciller de la Pontificia Academia de Ciencias y de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales. En ella afirmo que “el momento presente tiene una extraña semejanza con el periodo inmediatamente anterior a “Pacem in Terris” y la Crisis de los Misiles de Cuba.” Y agregó que “el trabajo de las Naciones Unidas y de las organizaciones relacionadas para aumentar la sensibilización del público y promover medidas reglamentarias apropiadas, sigue siendo crucial”.Turckson recalcó que “Pacem in Terris” es un “testamento a la humanidad,” una invitación a la humanidad a considerar que, sin el respeto a la dignidad de las personas, a su libertad, al amor y a la confianza, no puede cultivarse una cultura de paz.”Un apartado de la Encíclica con el subtítulo “Sobre el establecimiento de la Paz universal en la verdad, en la justicia, en la caridad y en la libertad,” arroja luz de cuáles principios deberían regir en la sociedad y en la comunidad de las naciones, exactamente el dilema actual.

Los principios de los que parte la Encíclica son: el respeto del principio de la ley natural divina, que expresa la esencia de la persona humana y de la sociedad, y por ende debe desembocar en el bien común de todos.

Al final, la Encíclica remite al importante papel de las Naciones Unidas, donde destaca la Declaración Universal de los Derechos Humanos aprobada en la Asamblea general de la entidad de diciembre de 1948:

En el preámbulo de aquella Declaración, el reconocimiento y el respeto de esos derechos y las respectivas libertades se proclaman como una meta para ser alcanzada por todos los pueblos y todos los países… De ahí la necesidad de enfrentar la tarea de los hombres magnánimos, a saber, establecer, con verdad, justicia, caridad y libertad, nuevos métodos de relación humana: las relaciones entre ciudadanos, entre ciudadanos y sus propios países, entre las mismas naciones, entre individuos, familias, asociaciones intermediarias y estados, por un lado, y con la comunidad de toda la humanidad, por otro lado. Esta es la tarea más elevada, pues es la tarea de realizar la verdadera paz en el orden establecido por Dios.

Ya desde ese momento la Encíclica deja claro que los que más necesitamos hoy es una verdadera autoridad moral. 

hosnysalahUna visión contrariaUna caso muy revelador de una “corazón congelado” nos lo dio Robert M. Gates en un artículo publicado en la revista Foreign Affairs. Gates fue secretario de la Defensa de Estados Unidos (2006-2011), ex director de la CIA, neoconservador convicto y representante de aquello que algunos investigadores en Estados, Unidos, como el profesor John Mearsheimer, llaman genéricamente el “Estado profundo” (Deep State) y el “complejo industrial-militar.” El artículo fue publicado el 29 de septiembre con el título “La supremacía disfuncional: ¿podrá una América dividida detener a China y a Rusia?”El artículo está repleto de invectivas y prejuicios, verdaderas narrativas. Se trata de un llamado a iniciar en Estados Unidos y en todo el mundo una “campaña de propaganda” masiva, con el objeto de movilizar a la sociedad estadounidense y a los aliados de Estados Unidos, en torno del tema de que este país es el único hegemón del planeta y que hará todo para reafirmar su posición hegemónica en los conflictos de Ucrania y del Medio Oriente. Todo indica que Gates está profundamente frustrado de lo que califica “Estados Unidos disfuncional,” una sociedad fuertemente polarizada y la parálisis autoinfligida en el Congreso sobre las cuestiones financieras y fiscales.Dice: “Los líderes políticos no conseguirán explicar cómo las amenazas representadas por esos países (China, Rusia, Irán, etc. -E.H.) están interconectadas. No conseguirán articular una estrategia de largo plazo para asegurar que Estados Unidos y los valores democráticos de forma más amplia prevalecerán.Gates describe a Rusia y a China como dos países que ven su destino ligado al renacimiento de su “pasado imperial:” “Para (el presidente Vladímir) Putin, esto significa promover una extraña mezcla de revitalización del Imperio Ruso. Ambos líderes están convencidos de que las democracias añejas -sobre todo Estados Unidos- ya superaron su apogeo y se encuentra en una decadencia irreversible. Esta decadencia, creen, es evidente en el creciente aislacionismo, en la polarización política y en el desorden interno de esas democracias.”Gates se muestra particularmente obcecado con China y su estrategia de aumentar su poder e influencia en el ámbito internacional, siendo ahora el principal socio comercial de más de 120 países:

Más de 140 países se inscribieron como participantes de la Iniciativa Cinturón y Ruta… y con su propaganda de que Occidente está en ‘decadencia.’ Al mismo tiempo, Putin, con sus objetivos imperiales, está determinado por su sociedad con (el presidente chino) Xi (Jinping) y confiado en que su arsenal nuclear modernizado disuadirá un acto militar contra Rusia, seguirá desafiando agresivamente a Washington.  Estados Unidos, en total, gastan más en defensa que los siguientes diez países juntos, en especial Rusia y China, afirma Gates con orgullo.

Lamenta, sin embargo, que “la disfunción y los fracasos políticos de Estados Unidos estén minando su éxito, lo que es evidente en los debates del Congreso sobre el presupuesto federal y los requisitos militares que paralizan a Estados Unidos.” Por consiguiente, afirma que “una sacudida repetida es necesaria para que el mensaje sea recibido” (sic).” “El liderato global estadounidense facilitó 75 años de paz entre las grandes potencias – ¡el periodo más largo en siglos!… Dejar de lidiar con los agresores, sólo incentiva más agresividad. Y es ingenuo creer que el éxito ruso en Ucrania no conducirá a más agresiones rusas en Europa y, posiblemente, hasta una guerra entre la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) y Rusia, y es igualmente ingenuo creer que el éxito ruso en Ucrania no aumentará significativamente la probabilidad de una agresión china contra Taiwán e, por lo tanto, potencialmente una guerra entre Estados Unidos y China.”Un mundo “sin un liderato confiable de Estados Unidos sería un mundo de depredadores autoritarios, y todos los otros países presas potenciales,” amenazó Gates.

*MSIA Informa

Foto: hosnysalah

About The Author

Maestra en Periodismo y Comunicación; directora de noticias, editora, jefa de información, articulista, reportera-investigadora, conductora y RP. Copywriter de dos libros sobre situación política, económica y narcotráfico de México; uno más artesanal de Literatura. Diversos reconocimientos, entre ellos la Medalla de plata por 50 Aniversario de Radio UNAM y Premio Nacional de Periodismo, categoría Reportaje.

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