Mario Lettieri y Paolo Raimondi, desde Roma*A pesar de los conflictos en curso y del riesgo de una guerra mayor, algo de positivo está ocurriendo en el mundo. No son solamente los BRICS trabajan en el sentido de una reorganización económica y política del planeta en un sentido multilateral. Días antes de la Cumbre del G-20, en Nueva Delhi, en septiembre, la Asociación de naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) realizó su cumbre anual en Jakarta, Indonesia, sobre el tema del multilateralismo. Nuevamente, para varias, Europa prácticamente desdeñó el acontecimiento, quizá por considerarlo “exótico”. La ASEAN es una organización regional inter-gubernamental fundada en 1967. Después de la Unión Europea, está considerada uno de los mejores modelos de cooperación regional en el mundo. Con Sus diez miembros –Brunei, Camboya, Filipinas, Indonesia, Laos, Myanmar, Singapur, Tailandia y Vietnam-, representa 664 millones de personas, 8% de la población mundial, y el 3.5% del PIB Global (3.3 billones de dólares). En 2007, lanzaron una carta programática y de valores, con la creación de órganos operativos, como la Secretaría General. Su objetivo es la creación de una unión política y de seguridad regional, con la eliminación de barreras arancelarias para una completa integración económica regional. Al mantener relaciones importantes con sus principales socios –China, India, Estados Unidos y Rusia-, funciona como un órgano de encuentro y moderación. La ASEAN teme posibles conflictos en puntos críticos de la región: El Mar de China Meridional, el Mar de China Oriental, la Península Coreana y la cuestión de Taiwán.
En realidad, en los últimos tiempos, la principal preocupación ha sido el agravamiento de la disputa estratégica entre los Estados Unidos y China. Así, la ASEAN pretende aumentar su peso económico y su colaboración interna, para aumentar también su papel de equilibrio político. Con esto en mente, el tema principal de la cumbre fue ASEAN: epicentro del crecimiento.
En la declaración final de la reunión, los miembros afirman pretender convertirse en “centro y motor del crecimiento económico en la región y fuera de ella. Con una tasa de crecimiento mayor que la actual, pretenden reforzar la resilencia del grupo en todas las áreas identificadas: salubridad, clima, sistemas alimentarios y energéticos, cadenas de abastecimiento y estabilidad macroeconómica y financiera. La seguridad alimentaria fue colocada en el centro de la cumbre, una decisión realmente interesante.La cumbre de Jakarta
Incluyó también la 18ª Cumbre Ampliada de Asia Oriental (EAS), juntando a la ASEAN y sus principales socios –India, Australia, Nueva Zelanda, China, Japón, Corea del Sur, Rusia y Estados Unidos-, donde las rivalidades y tensiones de la región se vieron de manera nítida.Joko Widodo, presidente de Indonesia y de la EAS, alertó que “si no somos capaces de alejar las diferencias, seremos destruidos”. Y amplió: “Si nos dejamos llevar por las corrientes de rivalidad, seremos destruidos”. En nuestra opinión, es un mensaje que también debería ser recibido en Europa.El documento final de la EAS afirma pretender la promoción, el diálogo y la resolución pacífica de cualquier conflicto, reconociendo el papel central de mediación de la ASEAN. Existe también el compromiso de “promover el multilateralismo basado en el derecho internacional y en los principios de las Naciones Unidas, incluyendo el fortalecimiento de la arquitectura multilateral regional”. La EAS también empeñada en apoyar la llamada Iniciativa de Multilateralización de Chiang Mai, “como red financiera regional”.
Dicha iniciativa fue una respuesta a la crisis financiera en los países asiáticos, en 1997, y consistió en una coordinación entre bancos centrales contra la especulación financiera internacional. Ella se fortaleció después de la crisis financiera global de 2008 y, además de la ASEAN, hoy también forman parte de ella China, Japón y Corea del Sur.
A pesar de estar ocupado organizando la cumbre del G-20 fechada para Nueva Delhi algunos días después, el primer ministro indio Narendra Modi aprovechó la oportunidad de la cumbre para ir a Jakarta y participar en la 20ª Cumbre ASEAN-India, presentando propuestas para reforzar la cooperación en todos los sectores, incluyendo la seguridad marítima y alimenticia. Modi resumió su mensaje de la siguiente manera. “El siglo XXI es el siglo de Asia”.
En el frente monetario, la ASEAM también se mueve desde hace mucho tiempo para escapar al dominio del dólar.
Durante la realización de la reunión, el gobierno de Indonesia, la mayor economía del grupo, anunció un grupo de trabajo nacional conformado por varios ministros y por el banco central, para estudiar la desdolarización y la utilización de monedas nacionales con sus propios socios de negocios. La decisión siguió al apoyo declarado, en agosto, por los ministros de economía y gobernadores de los bancos centrales de la ASEAN, para el uso de monedas locales en transacciones en toda la región.