Rubén Darío
En esta oportunidad hablaremos de la diferencia entre la argumentación y la persuasión.
Mientras que la argumentación apunta al raciocinio del destinatario, la persuasión a sus emociones.
Los políticos profesionales conocen perfectamente el alcance de la persuasión bien
manipulada.
Por ende, muchas veces contratan asesores de imagen, para llegar más fácilmente, a través de las emociones, a los electores.