Las cucarachas gustan de reunirse en grupos. Lo que desconocíamos era la razón última de este comportamiento.
La clave –aseguran expertos- reside en el olor que emiten las bacterias de las heces de sus congéneres, un aroma que les resulta irresistible. Tanto, que en su ausencia tienden a convertirse en bichos errantes y solitarios.
Las feromonas son sustancias químicas captadas a través del olfato, y los insectos las usan para comunicarse y encontrar pareja.
“FEROMONAS DE AGREGACIÓN”
Las cucarachas se valen de las llamadas “feromonas de agregación” como señal para agruparse, pero los entomólogos ignoraban la composición de esta sustancia.
Ahora, una investigación publicada en Proceedings of the National Academy of Sciences ha revelado que la clave son los ácidos grasos relacionados con la acción de las bacterias presentes en los desechos de estos molestos animales.
Para llegar a esta conclusión, un equipo de entomólogos de la Universidad Estatal de Carolina del Norte esterilizó a un grupo de cucarachas rubias o alemanas (Blattella germanica) y las crió en cajas libres de gérmenes, para que sus heces lo estuvieran también.
Después, expusieron a otro grupo de cucarachas a estos excrementos “limpios” y a otros ricos en gérmenes. Entre el 80 y el 100 % de los ejemplares jóvenes prefirieron los segundos.
LIBRES DE MICROORGANISMOS
Según los investigadores, cuando los excrementos estaban libres de microorganismos, los insectos se disgregaban; si alimentaban a las cucarachas con sustancias que contenían las bacterias de las heces, volvían a reunirse.
Los posteriores análisis químicos de ambos tipos de excrementos delataron que los libres de gérmenes carecían de muchos de los ácidos grasos relacionados con las bacterias y que se evaporan de las heces cuando éstas se exponen al aire.
La conclusión fue que estas sustancias eran las feromonas de agregación que aún no habían podido identificarse. De hecho, versiones sintéticas de estos compuestos también indujeron a las cucarachas a juntarse.
Sin duda, este descubrimiento ayudará a conocer mejor los comportamientos de los distintos tipos de cucaracha, y podría abrir la puerta al desarrollo de insecticidas y trampas más eficaces.
Foto: DenisDoukhan