En el nuevo capítulo que se escribe desde la reforma del artículo 2º constitucional, los pueblos indígenas han encontrado un espacio de reconocimiento y participación, y hoy su voz y voto resuena en esta tribuna del Congreso, marcando el inicio de una nueva era, donde la inclusión y el respeto por la diversidad cultural son pilares fundamentales, afirmó Rafael Sánchez Guillén, hablante de lengua Tzotzil.
Al participar como parte de las acciones de la Cámara de Diputados para impulsar y preservar el uso de las lenguas indígenas nacionales, consideró que este es un momento histórico para los pueblos indígenas.
Un tiempo para reafirmar nuestra identidad y continuar la lucha por la justicia, la igualdad y el reconocimiento de nuestras lenguas maternas. Que este sea el momento en que, unidos, trabajaremos mano a mano para construir un futuro donde cada hombre, mujer y niño de nuestros pueblos indígenas puedan vivir con dignidad, respeto y prosperidad, puntualizó Sánchez Guillén.
Se manifestó para que la fuerza de sus ancestros los guíe en este camino
Sostuvo que son los indígenas, los horticultores, hombres y mujeres que nuestra raíz nace del maíz y de la flor, todos somos hermanos. En nuestra diversidad encontramos nuestra mayor fortaleza y en nuestra resistencia la promesa de un mañana mejor para todos.
Subrayó que las y los indígenas son descendientes verdaderos de la Reina Roja y de Pakal, grandes figuras que han marcado el legado de su cultura e identidad.
Nos conocen como los murciélagos, mujeres y hombres horticultores, cuya existencia se ha entrelazado con la tierra que cultivamos, en la que encontramos no solo nuestro sustento sino también la esencia de nuestra vida.
Relató que su historia es rica y diversa, con una narrativa de resistencia y perseverancia a lo largo de los siglos; resistencia no solo a las adversidades naturales, sino también a los embates de un régimen que durante tiempo intentó silenciar sus voces y minimizar su presencia.
Capacidad para resistir y florecer
Por ello, como horticultores que germinan temporada tras temporada, han demostrado una y otra vez su capacidad para resistir y florecer.
Porque somos la semilla del amanecer, porque somos Zinacantán. ¡Un mañana de nunca más un México sin nosotros! ¡Un mañana con el amanecer sin discriminación! ¡Vivan las lenguas indígenas! ¡Viva Zinacantán! ¡Viva el Distrito 5! ¡Viva la Igualdad! ¡Viva Chiapas!, concluyó el hablante de lengua Tzotzil.
Rafael Sánchez Guillén es originario de Chiapas, licenciado en Informática y cuenta con certificación por el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas en redacción y traducción de lengua tzotzil.
