Mario Lettieri y Paolo Raimondi, desde Roma
Los resultados de la cumbre de jefes de Estado de los países de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), realizada el pasado mes de septiembre en Samarcanda, Uzbequistán, merecen analizarse sin caretas ideológicas o pre-establecidas, permitiendo evitar errores geopolíticos de evaluación a lamentarse posteriormente. La OCS fue creada en 2001, con el objetivo de coordinar las actividades de los países miembros en la lucha contra el terrorismo, por la seguridad y, sobre todo, por la cooperación económica, tecnológica y de infraestructura. Hoy tiene nueve miembros, incluyendo China, India y Rusia. Juntos, representan 40% de la población y el 25% del PIB mundial. Aquellos que intentan ver en la OCS la creación de una OTAN de Eurasia, están equivocados.Las diferencias entre los participantes son muchas y profundas. Sin embargo, sería igualmente equivocado subestimar su importancia. Sería profundamente engañoso repetir con la OCS los errores de evaluación cometidos intencionalmente por muchos en relación al papel de los BRICS.
Una atenta lectura de la Declaración Final de Samarcanda posibilitaría una comprensión mejor de los procesos en curso. La Declaración Final hace una evaluación geopolítica y geoeconómica de la cumbre. Con relación a la seguridad, afirma: El mundo está pasando por cambios globales. Estos procesos están acompañados por una mayor multipolaridad. El actual sistema de retos y amenazas internacionales se está volviendo más complejo, la situación empeoró en el mundo peligrosamente, los conflictos y las crisis locales se intensifican y están surgiendo nuevos.
Respecto a la economía, precisa:
La creciente exclusión tecnológica y digital, la continua turbulencia en los mercados financieros globales, la reducción de los flujos de inversiones, la inestabilidad en las cadenas de suministros, el aumento de medidas proteccionistas y otros obstáculos al comercio contribuyen a la volatilidad y a la incertidumbre en la economía global.
Algunos aspectos de la cooperación económica merecen atención. La Declaración argumenta que los miembros de la OCS, con excepción de India, reafirman su apoyo a la iniciativa china Franja y Ruta (en inglés BRI, o Nueva Ruta de la Seda) y reconocen el trabajo en curso para implementar el proyecto y los esfuerzos para vincular la construcción de la Unión Económica Eurasiática con el BRI.
La idea es establecer una asociación eurasiática ampliada que involucre, además de la OCS, la UEE, los países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), otros Estados interesados y asociaciones multilaterales.
El texto también hace referencia a la importancia de la utilización de las monedas nacionales en las regulaciones comerciales y monetarias ya puestas en práctica por algunos Estados-miembros. Esto está aconteciendo entre Rusia y China, y también India podría regular en breve el comercio con Rusia en monedas nacionales. Esta orientación aproxima a la OCS de las políticas del BRICSDe hecho, la Declaración Final relata la intención de crear, en el ámbito de la OCS, un banco de desarrollo, un consejo empresarial, un fondo de desarrollo dentro de un acuerdo de cooperación en comercio y servicios, un programa para el desarrollo de infraestructura de transporte y energía y un plan de acción para el desarrollo del comercio entre los Estados-miembros. Todas, prácticas ya probadas por el BRICS.
No es elegante repetirnos, pero esperamos que la Unión Europea (UE) y sus Estados-miembros no se limiten a meros comentarios, sino a participar activamente en proyectos de desarrollo con la OCS. Caso contrario, la cumbre de Samarcanda sería solamente una conformación de una peligrosa división del mundo en dos bloques opuestos.Semejante división en bloques, especialmente ahora que hay una guerra entre Rusia y Ucrania, puede agravar todavía más la situación. Creemos que el interés de los pueblos de la UE, comenzando por Italia, es, al contrario, no interrumpir el delgado hilo de las relaciones entre los diferentes mundos para alcanzar una cooperación duradera y pacífica.
*MSIA Informa