octubre 29, 2025

EL BCE y la soberanía monetaria digital

EL BCE y la soberanía monetaria digital

El liderato político de la Unión Europea, comenzando por la presidente de la Comisión, Ursula von der Leyen, se rindió a las iniciativas económicas del presidente Donald Trump sobre aranceles y otros asuntos. Al parecer, en lugar de esto, el Banco Central Europeo (BCE) está asumiendo un papel más asertivo, lo cual no sorprende, dado que banqueros y economistas pueden, si lo quisieran, entender mejor los efectos de ciertas políticas. Entre las intervenciones más incisivas se encuentran las del italiano Piero Cipollone, miembro del consejo consultivo del BCE.

Mario Lettieri y Paolo Raimondi, desde Roma*

La confrontación gira en torno al papel fundamental de la infraestructura de pagos y de los mercados financiero. Si estos fallaran, el sistema entero estará en riesgo, con repercusiones para las familias, empresas y gobiernos. Cuando los pagos fallan, es el banco central el que debe de intervenir para preservar la estabilidad.

Dos ejemplos

Durante el apagón del 28 de abril en la Península Ibérica, los pagos digitales entraron en colapso. Los gastos con tarjetas de crédito cayeron más de un 40%, el comercio electrónico cayó 50% y el consumo general en España cayó un tercio en un único día.  Los ciudadanos recurrieron al dinero en especie, el dinero del banco central.

En marzo de 2023, el Sillicon Valley Bank perdió 42 mil millones de dólares en depósitos en un solo día. Fue la mayor y más rápida corrida bancaria de la historia de los EUA. Sin la intervención inmediata del Sistema de Reserva Federal y de la Federal Deposit Insurance Corporation (FDIC), que garantizaron todos los depósitos y lanzaron un nuevo programa de financiamiento, el colapso del banco podría haber desencadenado una fuga más amplia de depositantes de otros bancos, resultando en un pánico sistémico.

En el mundo de hoy, caracterizado por la fragmentación geopolítica, proteccionismo, rápidos cambios tecnológicos y crecientes amenazas cibernéticas, el riesgo de tormentas solamente aumenta.

La fragmentación también alimenta la tentación de transformar en armas las dependencias existentes. El BCE alerta que Europa está parcialmente expuesta.

Entre 2019 y 2024, la parte de dinero en especie utilizada en puntos de venta en la zona del euro cayó de 72% hasta 52% en volumen y del 47% al 39% en valor.

Actualmente, 65% de las empresas no europeas, Visa y Mastercard estadounidenses, y 13 de los 20 países de la zona del euro dependen por completo de estos sistemas internacionales. Las aplicaciones del pago móvil, ampliamente controladas por empresas globales de tecnología, pueden limitarse por sanciones usadas como herramientas de coerción, tal es caso del acceso al SWIFT, la plataforma que regula y hace viable las transacciones financieras.

Markus Winkler en Pixabay

La segunda fuente de riesgo es la innovación tecnológica

La cual está transformando la propia naturaleza del dinero y de los servicios financieros. Las stablecoins globales denominadas en dólares y otras monedas extranjeras y criptomonedas, si se adoptaran ampliamente, podrían minar la soberanía monetaria europea.

Además, la digitalización de las finanzas está exacerbando los riesgos de seguridad cibernética. En una reciente investigación, tres de cada cinco bancos centrales de la zona del euro relataron un aumento en la frecuencia de ataques cibernéticos a sus sistemas financieros, solamente en el último año.

En este contexto, el BCE y los bancos centrales europeos establecieron varias prioridades. Primero, actuar como garantes de última instancia. Cuando los mercados congelan, cuando vacilan los pagos y cuando la confianza disminuye, son los bancos centrales los que deben intervenir para evitar el colapso. Segundo, priorizar las funciones de supervisión y fiscalización de las finanzas privadas.

El tercero y más estratégico aspecto es la creación de un euro digital que permitiría a los europeos operar en cualquier momento con un medio digital de pago universalmente aceptado, hasta en caso de grandes interrupciones.

La continuidad de los negocios sería garantizada por la distribución y redirección automática de las transacciones entre tres regiones diferentes, cada una equipada con múltiples servidores. Además, se espera que el euro digital funciones “offline”, permitiendo que los pagos sean hecho incluso en caso de interrupciones en la internet o acceso limitado a las redes físicas de distribución de dinero.

Por lo menos, es lo afirma el BCE. En nuestra opinión, incluso que use un lenguaje suave, como la de no provocar ataques inmediatos del exterior, el BCE está efectivamente trabajando para escapar del control estadounidense e internacional y del chantaje financiero, creando mecanismos de defensa y contramedidas eficaces.

El euro digital no es solamente un medio de pago; es también una declaración política referente a la soberanía de Europa.Por extraño que pareciera, esta declaración proviene de la presidente del BCE, Christine Lagarde.

*MSIA Informa

Fotos: Pixabay

About The Author

Maestra en Periodismo y Comunicación; directora de noticias, editora, jefa de información, articulista, reportera-investigadora, conductora y RP. Copywriter de dos libros sobre situación política, económica y narcotráfico de México; uno más artesanal de Literatura. Diversos reconocimientos, entre ellos la Medalla de plata por 50 Aniversario de Radio UNAM y Premio Nacional de Periodismo, categoría Reportaje.

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