El reclutamiento 5.0 es el término para referirnos a la evolución en la adquisición de talento, que combina tecnología avanzada como la Inteligencia Artificial (IA), análisis de datos y herramientas interactivas, así como el expertis del aspirante a un puesto de trabajo.
Ivette Sosa
Su objetivo es optimizar cada etapa del proceso de selección, tanto la atracción como la gestión de postulaciones y la contratación del mejor talento para determinado puesto, dice a diarionoticiasweb.org el Maestro en Contaduría y Administración Octavio Espinosa, con más de 18 años en el área de Recursos Humanos y Capital Humano.
En su opinión, las herramientas del reclutamiento 5.0 garantiza el tomar decisiones de contratación más objetivas e inclusivas.
Esto es, que el reclutador no tome decisiones sobre simpatías y empatías de un candidato, sino sobre lo que éste pueda aportar a la firma.
Etapas del reclutamiento:
- Reclutamiento 1.0: Eran archivos en papel, procesos manuales y nula interacción con el candidato.
- Reclutamiento 2.0: Nace con el arribo del Internet, aparecen los portales de empleo y las primeras bases de datos online para atraer talento.
- Reclutamiento 3.0: Surgen las redes sociales y plataformas, para conectar con candidatos.
- Reclutamiento 4.0: Arriba la automatización de tareas y herramientas digitales para centralizar el proceso de selección de personal.
- Reclutamiento 5.0: Se integran nuevas tecnologías como la Inteligencia Artificial, realidad virtual y big data, aunado al expertis del candidato.

-¿Como funciona la IA y tecnología cuando ya tienes el candidato frente a ti?
La tecnología te permite realizar preguntas, durante las entrevistas, que se diseñan en función de las habilidades necesarias para un puesto. Por lo tanto, el postulante percibe lo que vivirá en el cargo, si es contratado.
Sin duda, señala el Maestro Octavio Espinosa, la IA y tecnología permiten a las empresas encontrar candidatos con mayor precisión y rapidez. Ello, desde la automatización en postulaciones y el análisis de datos, hasta la detección de habilidades y competencias clave, para un puesto.
En suma, ya no se trata de tomar decisiones por la intuición y empatía del reclutador hacia determinado candidato.
Ahora se optimiza cada etapa de la selección de personal, donde se pueden evaluar métricas concretas como el nivel cultural, la experiencia y el potencial desempeño que tendrá esa persona en el futuro.

