Bernardo Mendez Lugo*
Tamaulipas debería ser un estado prioritario en el programa de Jóvenes construyendo el futuro, para disminuir el poder y presencia de la delincuencia organizada en el reclutamiento de jóvenes desempleados o sin oportunidades educativas.
Cualquier plan de empleo y capacitación deberá, además, contemplar que en nuestro país hay alrededor de 320 mil personas desplazadas de sus lugares de origen en nueve estados; entre ellos Chiapas, Tamaulipas, Sinaloa, Oaxaca y Michoacán, por motivos de inseguridad y violencia, acoso de paramilitares y carteles de la droga y, en ocasiones, por la ofensiva militar contra la delincuencia organizada que los obliga a salir de sus casas y ranchos.
Desde el punto de vista de la informalidad laboral y la presencia del narcomenudeo y trata de personas, se aconseja focalizar una parte importante del programa de alcaldías de CdMX y municipios conurbadas mexiquenses con alto índice de criminalidad, informalidad y desempleo.
No obstante, la pandemia de Covid paralizó casi todas las acciones programadas para 2020 y 2021.
Es relevante la inclusión de jóvenes centroamericanos
En el programa @JovenesConstruyendoelfuturo que busca generar empleos para cerca de 15 millones de jóvenes en México de 18 a 29 de años a lo largo del sexenio 2018-2024.
En enero del 2021 se reabrió la convocatoria del programa Jóvenes Construyendo el Futuro, el cual busca que empresas incorporen a jóvenes que no estudian ni trabajan a sus actividades productivas como colaboradores, a cambio de remuneración por parte del gobierno federal.
Jorge Taddei Bringas, delegado de los programas de Bienestar en Sonora, dijo que en esta nueva etapa serán más estrictos a fin de llevar una mejor organización de las empresas que van a contratar a jóvenes sin ingreso, para que la federación les entregue mensualmente 3 mil 600 pesos.
El programa de becas Jóvenes Construyendo el Futuro ha beneficiado a miles de jóvenes del país que no estudiaban, ni trabajaban, proporcionándoles un ingreso seguro, mientras se capacitan para adentrarse en el mundo laboral.
En el caso de los jóvenes que reciben becas para que continuar su educación superior, se debe evaluar la demanda existente en las fronteras norte y sur, y considerar equidad de género.
Al menos hay 1.6 millones de jóvenes con disponibilidad de apoyos, por lo que deberá contemplarse una distribución adecuada entre CDMX y zona metropolitana, así como estados que requieren atención urgente como Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Michoacán, entidades con alta migración, desplazamiento y desempleo.
Es pertinente ir viendo sinergias de colaboración del Programa con el Área de Educación Tecnológica Superior (que estuvo a cargo del Mtro Juan Pablo Arroyo) y el Proyecto Benito Juárez de 100 Universidades Públicas, que está a cargo de la Dra. Raquel Sosa Elizaga.
Otras entidades donde deberá aplicarse este presupuesto de capacitación son los estados con números rojos en empleo como: Guerrero, Chiapas, Sinaloa, Tabasco, Morelos y Campeche, que tienen alto desempleo y muchos de ellos con fuerte presencia del narcotráfico.
En caso de no contar con recursos o puestos laborales, una parte de estos apoyos se pueden convertir en becas para la educación superior en las localidades más necesitadas de espacios educativos en el resto del país.
Un aspecto que no se ha definido totalmente en las tareas de capacitación y adiestramiento
Es el papel de las instituciones de educación tecnológica como Institutos y Universidades tecnológicas así como Universidades politécnicas y Conalep. El Instituto Tecnológico Nacional con una red de casi 300 tecnológicos en el país es un sector educativo a considerar por su vocación industrial y tecnológica. En 2014 se decretó la conformación del Tecnológico Nacional de México, integrado por 266 instituciones dispuestas en las 32 entidades federativas del país.
También se deberá contemplar el potencial papel de la nueva red de 100 Universidades públicas que está bajo la coordinación de Sosa Elizaga y que debe buscar más sinergias con el responsable de educación superior, Dr. Luciano Concheiro Bórquez.
Finalmente, para concertar con el sector privado el papel de los tutores, es pertinente explorar perfiles de expertos que ya han trabajado en programas de capacitación para mipymes desde hace tiempo vía STPS y convenios con Banco Mundial y acuerdos para capacitación de aprendices con delegaciones regionales de Canacintra y COPARMEX.
Hacia finales de 2019, eran más de medio millón de jóvenes mujeres y casi 400 mil jóvenes hombres, 900 mil jóvenes en total, de ambos sexos, que se encontraban en el programa como aprendices por un año:
- El estado con más aprendices es Chiapas con un total de 124 mil 225 jóvenes, de los cuales 70 mil 039 son mujeres y 54 mil 288 son hombres.
- Le sigue Tabasco con un total de 103 mil 325 aprendices de los cuales 59 mil 154 son mujeres y 44 mil 111 son hombres.
- Está despupes Veracruz con un total de 90 mil 501 aprendices de los cuales 51mil 499 son mujeres y 39mil 002 son hombres.
- El Estado de México tiene un total de 87 mil 156 aprendices de los cuales 50 mil 181 son mujeres y 38 mil 075 son hombres.
- En Guerrero son 62 mil 040 aprendices de los cuales 35 mil 300 son mujeres y 26 mil 740 son hombres.
Estos cinco estados concentran casi el 60 % del total de los aprendices. Y del total de aprendices que se esperaba capacitar este año (2.3 millones) al cierre del programa a finales de julio de 2019, se han reclutado apenas 900 mil, menos de la mitad del total de jóvenes que se esperaba capacitar.
Este retraso afectó sensiblemente la meta de capacitar al menos 12 millones de jóvenes al final del sexenio. Si el ritmo actual se mantiene el total de jóvenes capacitados hacia el fin del sexenio, con trabajo llegará a 4 millones.
En la frontera norte
Se deben hacer más esfuerzos por capacitar en estados de frontera norte y en estados con alta actividad delictiva de carteles de la droga como son: Michoacán, Sinaloa y Tamaulipas.
Estos números después de la pandemia de Covid 19 se reducirán drásticamente a un total de 4 millones de jóvenes aprendices durante el sexenio que finaliza el 30 de septiembre de 2024.
Los primeros balances del Programa no son muy alentadores. El economista Macario Schettino ha proporcionado datos contundentes sobre la pobre eficacia del programa.
Por su parte, la Dra. Maria Amparo Casar, de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad escribió en El Universal, a finales de agosto de 2019 sobre la opacidad del Programa y ha sido denostada por el presidente, debido a críticas diversas que ha hecho a programas y acciones de gobierno.
En el período 2020-2023 la opacidad y la falta de rendición de cuentas siguen siendo característica de la mayor parte de los programas federales. Incluyendo megaproyectos, aeropuertos, puertos, gastos en salud, política migratoria, contratos del Ejército, etc.
Seguramente el próximo gobierno se verá obligado a realizar una auditoría de gran envergadura al gobierno saliente el 30 de septiembre de 2024.
Conclusiones y propuestas preliminares hacia 2024, pensando en una leve reactivación económica a partir de enero-febrero 2024
Las posibilidades reales de conseguir reinserción laboral en la situación actual post pandemia y en el futuro cercano (próximos meses e inicio de 2024) es bastante difícil; más cuando las cifras de desempleo formal superan tres millones de personas en México y crece el número de personas en el sector informal (casi 2 millones más).
La reincorporación viable de jóvenes a un empleo formal permanente está limitada a quienes tienen habilidades y aptitudes para trabajos vinculados al sector salud y en tareas de seguridad (Guardia Nacional, policías, ejército y marina).
Los megaproyectos pueden crear empleos en construcción y actividades conexas en las regiones donde se están desarrollando como la refinería de Dos Bocas, en Tabasco; el Tren Maya que tendrá presencia en Yucatan, Quintana Roo y Campeche. El Tren Transistmico en Oaxaca y Veracruz; la Termoeléctrica de Morelos con impacto en Morelos, Puebla y Tlaxcala.
Urge entonces generar emprendimientos y autoempleo de jóvenes
De los más de 900 mil jóvenes que se formaron como aprendices en el Programa Jóvenes construyendo el futuro, es muy poco probable que consigan plazas como asalariados en las empresas donde se capacitaron.
La alternativa que debemos construir es el autoempleo y la creación de microempresas familiares. Se tiene una propuesta a través de la metodología IDEQ (www.ideq.mx) que promueve ASM en Asociación con el experto Mario López Espinosa, creador de dicha metodología y la Asociación Civil estadounidense Inamericas que dirige el Dr. Andrés Jiménez y del economista Mario López Espinosa
Dependiendo de la región del país donde se desarrollen las microempresas será el giro, por ejemplo Oaxaca y Puebla tienen ciertos insumos y necesidades.
Las opciones podrían ser distintas en el Estado de México, Morelos e Hidalgo que, además, tienen cercanía al gran mercado de Cdmx y región metropolitana.
En el caso de pensar de microempresas proveedoras de servicios e insumos a los megaproyectos, se deben crear alianzas con las grandes empresas que están integradas al desarrollo de los mismos y que el gobierno obligue a estas empresas a crear red de proveedores de microempresas.
En los casos de estados donde no hay megaproyectos como Michoacán y Guerrero, se podrían idear la creación de talleres vinculados a la producción artesanal local, incluyendo textil, vestido, licores, cerámicas, joyería y alimentación entre otras, así como reactivación del turismo en pueblos mágicos y playas. La idea es fortalecer las vocaciones artesanales y productivas de cada localidad.
*Diplomático de carrera en retiro, experiencia en emprendimientos en Canacintra, STPS, antigua SECOFI, ONUDI, OCDE, Gobierno de Michoacán, Director ejecutivo de Fundación Promigrante Americasinmuros.org
Foto: combonianos_brasil/
