Mary Sandoval*
Para México y el mundo, el Ejército y La Marina son dos instituciones baluartes que protegen la soberanía, la integridad y la Independencia del país.
La misión del Ejército Mexicano, amén de proteger la soberanía nacional, es garantizar la seguridad interior, apoyo a la población civil en caso de desastres naturales y apoyo en el combate al crimen organizado.
En el caso de la Marina, también protegen las aguas nacionales, las costas y los puertos del país.
El presidente, es el Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas. Empero, les ha asignado labores a las Fuerzas Armadas (Ejército Mexicano y Marina Armada de México), que ofenden su investidura. Según una nota publicada en el periódico El Universal del día 25 de julio pasado, Manuel Andrés López Obrador (nombre verdadero de Amlo), les asignó 13 tareas :
- La construcción del Aeropuerto de Sta. Lucía.
- Dos tramos del Tren Maya.
- Construcción de las 2700 sucursales del dizque Banco del Bienestar.
- Remodelación de 32 hospitales que no se terminaron de construir en sexenios anteriores.
- Apoyo en la emergencia sanitaria del coronavirus.
- Apoyo en el combate al huachicoleo (robo de combustible)
- Implementación del plan de vigilancia en las fronteras norte y sur del país para frenar la migración hacia los Estados Unidos.
- Construcción de los cuarteles de la Guardia Nacional.
- Apoyo al programa Sembrando Vida
- Programa Jóvenes construyendo el futuro
- Vigilancia en la entrega de los recursos federales a la población civil
- Distribución de fertilizantes.
- Recientemente: el control de las aduanas (actividad que tenía a cargo la Secretaría de Comunicaciones y Transportes).
En los gobiernos priistas y panistas
Aunque los chairos y defensores de AMLO se molesten, pero el Ejército Mexicano y la Marina Armada de México sí tenían un lugar preponderante; reconozco que hubo actos en los que el Ejército se vio envuelto en errores, tropelías y hasta masacres. ¡Lo sé!, pero se les respetaba y no los ocupaban para otra actividad que no fuera la salvaguarda de la soberanía nacional y apoyo a la población civil en caso de desastres naturales.
La Cuarta Transformación no está combatiendo la corrupción, ni está transformando a México, está destruyendo las instituciones, dependencias y estructura del gobierno; y una de esas instituciones es, precisamente, el Ejército Mexicano y la Marina.
En su momento, Felipe Calderón sacó al Ejército a las calles no para seguridad pública, sino para el combate frontal al crimen organizado y narcotráfico. De ahí los daños colaterales que tanto daño hicieron al país y que denostó López Obrador. Decía que era militarizar al país y que las fuerzas armadas tenían que estar en sus cuarteles.
Pero “más pronto cae AMLO que un cojo” y ahora, como Ejecutivo de la Nación, apuesta por la “militarización del país” pero, también, para que realicen labores ajenas a su preparación:
Los soldados están como albañiles y, junto con los marinos, están de mandaderos.
Irene Tello, Directora Ejecutiva de Impunidad Cero, hace una crítica sobre las actividades que López delegó a las Fuerzas Armadas. Dice que no están o que no fueron capacitadas para desempeñar labores para el desarrollo social, seguridad pública o la administración de los puertos.
Afirma que es muy engañoso este argumento de que las autoridades que antes se encargaban de esas actividades son muy corruptas y que no confían en ellas.
Para la experta, alargar la permanencia de los militares en las calles, impide avanzar en la consolidación de instituciones civiles, además que se pone en juego la imagen y la aceptación de la Marina y el Ejército.
En conclusión, en este gobierno de cuarta, muchas dependencias del gobierno Federal -empezando por la Presidencia de la República-, han perdido el respeto que se habían ganado a través de décadas de que ha sido constituida y construida nuestra nación. Un respeto donde las Fuerzas Armadas han pasado de la cima del prestigio a la deshonra de ser los mandaderos de López.
*Articulista invitada: Egresada de la licenciatura en pedagogía por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Una de mis pasiones es el periodismo de opinión/La Centinela Política/
