Arturo Rios
De las festividades navideñas en Oaxaca, la Noche de Rábanos es la de mayor tradición.
Se lleva a cabo el 23 de diciembre y consiste en exhibir diseños especiales con base de rábano y otras plantas. Viene de la conquista, los frailes dominicos enseñaron a zapotecos y mixtecos, el cultivo de flores y hortalizas.
Se organizaba el mercado de la Vigilia de la Navidad
Los comerciantes vendían en la Plaza de Armas de la Vieja Antequera, hoy la ciudad de Oaxaca, pescado seco salado y verduras para el menú navideño.
Los floriculturistas crearon figuras curiosas para captar la atención de la clientela.
Adornan los rábanos con hojas de coliflor y flores hechas con cebollas
Todas, de manera artística. Lucen espectaculares los canastos de flores cultivadas con esmero.
Esta práctica se arraigó con los años, hasta que las amas de casa no buscaban las figuras de verduras para la cena navideña, sino para decorar sus mesas.
Con el tiempo, los horticultores salieron del mercado para presentar sus ingeniosas creaciones navideñas, personas, animales, danzas y otro tipo de artesanías, en exposiciones que se realizaban en recintos como la Plaza del Marqués o al Plaza de Armas, hoy Jardín de la Constitución.
Se tiene registro que la primera exposición de este tipo se realizó en 1897, bajo el mandato del entonces presidente municipal, don Francisco Vasconcelos Flores. Es así como desde el siglo XIX, año con año se celebra la tradicional Noche de Rábanos.
