Francisco Rodríguez*
Es enorme el orgullo de ser egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México que, bajo la rectoría de Enrique Graue, volvió por sus fueros al ser considerada, otra vez, dentro de las 100 mejores casas de estudios superiores del mundo.
Evitemos que caiga a niveles de años previos si es que no evitamos que los cuatroteros –Claudia Sheinbaum, Martí Batres, entro otros muchos– la conviertan en su campo de batalla electoral.
A ver, a ver ¿cómo está eso de que, al estilo de las también morenistas Delfina Gómez e Indira Vizcaino, la favorita extrajo dos mil pesos de las cuentas de ahorro de cada uno de los trabajadores del gobierno de CDMX para financiar sus actividades electorales?
¿Sheinbaum también dirá que no fue ella; que fue su partido Morena?
La exculpación
Uno de los tópicos de los que más se habló en días pasados fue el del asesinato del candidato presidencial ecuatoriano Fernando Villavicencio, ligándolo con la denuncia que éste hizo de haber sido amenazado por uno de los brazos locales del pulpo llamado Cartel de Sinaloa. Se habló, incluso, de la exculpación que nada discretamente había hecho AMLO en la matiné del día siguiente al magnicidio.
Y al respecto, hoy cobran otra dimensión las palabras del Obispo Ramón Castro quien, coincidiendo con la administradora de la DEA, Anne Milgram, ha dicho que México tiene dos grandes cárteles nacionales; ocho cárteles grandes, 500 (oyeron bien), 500 bandas criminales o mafias, algunas de los cuales mantienen controlada buena parte de nuestro territorio.
Ya, desde ahora, están obligando a unas poblaciones, si quieren vivir en paz, para que voten por los partidos con los que están haciendo acuerdos”. ¿Cuáles serán esos partidos? ¡Sí, acertó usted!
Dante Delgado dice ser dueño de Movimiento Ciudadano, pero…
Al paso del tiempo lo único que ya tiene es el membrete. Lo han rebasado los grupos y facciones internas. ¿No será ya tiempo y oportunidad de retirarse a disfrutar del cariño de nietos y bisnietos?
Hace 100 años, el 13 de agosto de 1923
Fue firmado el Tratado de Bucareli entre Estados Unidos y México durante el gobierno de Álvaro Obregón, 1920-1924. A partir del documento, México garantizaba los derechos de propiedad sin límite a particulares extranjeros y a todas las compañías petroleras estadounidenses.
Nunca fue firmado, pero la SCJN de aquella época dio a extranjeros, estadounidenses sobre todo, una prórroga de 15 años (1938), para llevarse sus inversiones en la industria petrolera que, por tal, se trasladaron a Venezuela. Muchos tenemos la creencia de que tales documentos condenaron a México al subdesarrollo tecnológico que, hoy, con la 4T parece estar garantizado.
Y por hoy es todo. Le deseo, como siempre, ¡buenas gracias y muchos, muchos días!
