La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, se reunió el pasado miércoles 8 de enero con los embajadores y cónsules de México en el mundo en Palacio Nacional, encuentro en el que también participó el secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente.
A través de un mensaje en redes sociales, la mandataria indicó que en la reunión se habló de la autoridad moral que tiene hoy México ante el mundo.
Bernardo Méndez Lugo*
Tras dicho encuentro, me permito hacer las siguientes consideraciones, dada mi larga experiencia diplomática, donde estuve adscrito a 4 consulados en Estados Unidos y en Embajada de México en El Salvador.
1.- Los titulares de carrera actualmente en funciones que se desempeñan bien y no hay quejas de las comunidades mexicanas a las que sirven, deberían permanecer, excepto si tendrán una nueva tarea de mayor responsabilidad en un nuevo Consulado o Cancillería.
Titulares que tienen perfil para servir mejor en embajadas o en tareas multilaterales deberán ser reubicados.
2.- Es común que existan nombramientos políticos en Consulados y Embajadas. Lo ideal es que estos nombramientos no superen el 20% del total como se prometió en algún momento y lo sugirió públicamente el embajador en retiro Agustín Gutierrez Canet y la Asociación del Servicio Exterior Mexicano (Asemx.org)
El perfil de los cónsules políticos en EU debe ser de personas experimentadas en tres temas claves: protección legal de nuestros connacionales, promoción económica (incluyendo turismo) y promoción cultural .
En caso de que falte una de estas habilidades del titular, se deberá suplir con personal de carrera en tareas culturales y de promoción económica. Si hay escasez de personal de carrera en estas áreas de deberá recurrir a nombramientos políticos o artículo 7.
Los titulares deberán rendir cuentas periódicas de sus tareas a la Oficina de América del Norte y a sus direcciones generales y actuar de acuerdo a las prioridades definidas por la nueva administración.
3.- La atención al público en Consulados depende en mucho de los empleados locales. Los sueldos y prestaciones de empleados locales en Consulados no son competitivos con los empleos en las ciudades donde operan los consulados y los empleados que son residentes o ciudadanos estadounidenses no permanecen mucho tiempo en los consulados excepto los que no hablan inglés o tienen bajas calificaciones que no les permiten competir en el mercado laboral y prefieren quedarse en tareas consulares.
La contratación o recontratación de locales con visa A2 seguirá siendo muy necesaria a pesar de restricciones que ha impuesto el gobierno estadounidense a la contratación de empleados locales con este tipo de visa.
4.- De las tareas que se deben fortalecer en Consulados, dos de ellas requieren capacitación y mantener a los que ya cuentan con habilidades: Asistencia legal y protección de connacionales.
La segunda tarea que es clave no solo en la red consular en EU sino en todas las embajadas es la promoción comercial, de inversiones y turística ante la desaparición de ProMexico y Consejo de Promoción Turística, desde el sexenio pasado.
Hay personal de carrera capacitado en estos rubros e incluye las tareas culturales y académicas que son claves en el contexto de la 4ta Transformación. Muchos personal diplomático y consular tienen niveles aceptables para la promoción cultural, académica y educativa.
Hay más opciones: Generar cursos intensivos de capacitación y crear un sistema de atención eficiente a exportadores y a potenciales inversionistas extranjeros que incluya a pequeños y medianos o contratar personal ya entrenado que capacite a los diplomáticos de carrera.
5.- En el perfil de los nombramientos políticos sería deseable incluir a empresarios que asesoren y capaciten en calidad de asesores externos, así como académicos conocedores de EU y sus leyes. La Secretaria de Economía y cámaras de comercio e industria incluyendo ANIERM y CAAAREM pueden brindar un apoyo invaluable.
Sería un error replicar las políticas del PRI y PAN de dar premios a militantes o compra de lealtades sin los perfiles adecuados en atender las necesidades de consulados y embajadas. Ese aprendizaje, desde cero, cuesta mucho al país y afecta nuestras capacidades e imagen.
El personal diplomático y consular recién jubilados puede aportar su amplia experiencia y ser parte del segundo piso de la 4a Transformación, siempre y cuando exista capacidad de enmendar errores y rectificar, para bien del país y la política exterior acorde a las necesidades actuales y futuras.
Pienso que el Canciller de la Fuente tiene esa sensibilidad e inteligencia para redefinir prioridades y acciones en un entorno complejo de cambios geopolíticos.
Algunos diplomáticos de carrera con experiencia consular están listos para apoyar y contribuir con su granito de arena en particular en la red consular en EU y Canadá y en áreas de conflicto en Medio Oriente y otras latitudes que demandan personal altamente preparado y especializado.
*Ministro del Servicio Exterior Mexicano en retiro, actualmente activista promigrante y Consultor en Movilidad Humana Internacional.
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