July Buendía*
Ante la simpleza de un acto,
Es que te hallo,
Así,
Cerrando los ojos,
Ligeros y libres.
Ahí te veo.
Y me encuentro con tu espalda,
Y existe entonces mi necesidad.
Aspiro de entre tu cuello
Aquel aroma de primero,
El que olí una tarde como ésta,
En que abrí la estancia de tu ser
Para derramarse en el mío.
Y tu pecho me aguarda: firme, serio.
Seguridad que experimenta mi palmo,
Cuando le permites andar.
Sin rienda,
Sin freno,
Sin nada más que anhelar.
Son tus deseos los míos,
Sólo que en distinta piel.
La mía:
Agua morena, dorada y fiel.
La tuya:
Espuma clara, bravía…miel.
¿Es que te sueño,
Te pienso o te deseo?
No lo sé.
Aguardaré tranquila,
Y te veré correr.

