Tan grande es el sapo, así es la pedrada, ha dicho el senador de Morena, Adán Augusto López.
Ivette Sosa
Ello, para definir la escalada de críticas (dentro y fuera de su partido) que enfrenta, desde que trascendió que la justicia persigue al que fuera su secretario de Seguridad en Tabasco, Hernán Bermúdez Requena, por vínculos con el narcotráfico, extorsión y secuestro.
Adán Augusto nombró a Bermúdez, quien ha sido vinculado con el grupo criminal La Barredora, cuando era fue gobernador de ese Estado, un cargo en el que estuvo 30 meses, desde enero de 2019 a agosto de 2021.
Mientras la Interpol busca a Bermúdez, el Comandante H
La virulenta avalancha política ha caído contra el Presidente de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO) en la Cámara Alta, cargo que asumió el 1 de septiembre de 2024.
Hoy, en pasillos políticos mexicanos, incluyendo en el seno morenista, muchos consideran a Adán Augusto como un cadáver político, y recomiendan a la presidenta con A, lo mande ya a… ¡la congeladora!, antes de que empiece a apestar no sólo en el Senado y en Morena, sino también salpique a su propio gobierno.
¿Acaso Sheinbaum mostrará músculo político y lo hará? Ella tiene ahora la oportunidad de quitarse a quien ha sido una pesada piedra en las políticas públicas de su administración.
