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Como lo hemos afirmado recientemente, una nueva embestida atlanticista está en marcha, proveniente de Europa, para atrapar a América Latina en la agenda hegemónica anglo-americana y separarla de la creciente influencia de China y de Rusia en el Hemisferio Occidental. El pasado lunes 19 de septiembre, una manifestación de este proceso provino de nadie menos que el canciller de la Unión Europea (UE), Joseph Borrell. En una conferencia en el Atlantic Council, vinculado a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), hizo explícita tal intención, afirmando que el conflicto Rusia-Ucrania ofrece una buena oportunidad para ella.
Tenemos que involucrarnos más con América Latina y (este conflicto) es una buena ocasión para ello. (El conflicto) es una buena ocasión para demostrar que la relación transatlántica no es solamente una relación nor-atlántica, afirmó. (Sputnik Brasil, 19/09/2022).
Borrell manifestó la esperanza de que la UE y AL sigan fortaleciendo sus relaciones políticas, resaltando que el bloque europeo ya estableció una “abrumadora” presencia financiera en la región.
Nuestras empresas han invertido mucho capital en América Latina. Nuestra presencia como inversionistas es abrumadora. Pero nuestro foco político en América Latina no es tan grande cuando lo necesitamos y espero que, en octubre próximo, en Argentina, continuemos trabajando para construir una relación más fuerte con Europa, aseveró.
La reunión referida por Borrell ocurriría en Buenos Aires en octubre, reunirá a los cancilleres de los países de la UE y de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC).
En julio pasado
El director para las Américas del Servicio Europeo de Acción Exterior, Javier Niño, justificó el interés europeo.
Nos dimos cuenta (sic) de que es necesario acercarnos a lo que es nuestro socio más ‘eurocompatible’. Es la región más ‘eurocompatible’ que tenemos en el mundo. (EFE, 23/06/2022).
Un documento diplomático de la UE, remitido a los cancilleres de los países miembros del bloque y divulgado por el periódico español El País, comenta la preocupación por la presencia sino-rusa en América Latina y describe un “conjunto de contramedidas para recuperar sus posiciones de liderato” en la región. Entre ellas, se incluyen la realización de una cumbre de jefes de Estado y gobierno en 2023 y un paquete de inversiones por valor de 8 100 millones de dólares. Excusa decir que unos de los pilares de la pauta de “cooperación” es la vinculación de las inversiones hacia las agendas identitaria y ambientalista-indigenista, una de las causas del entusiasmo europeo con los nuevos gobiernos de Chile y de Colombia y con la posibilidad de una victoria del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva en las elecciones presidenciales brasileñas de octubre.

